Viernes, 30 de mayo de 2003
¡Buenos días!
Tras quince días de ausencia
matutina (o vespertina, o nocturnina) provocados por los vaivenes laborales de
este período electoral que me impedían centrarme en tan gratificante tarea,
vuelvo por mis fueros y os escribo otro matutino más en un día de verano floral
radiante, pero con sensaciones de primavera, que es la estación en la que
todavía estamos.
Este clima burgalés no para
de dar tumbos, pues si en pasados días hacía un frío que pelaba en pleno mes de
mayo, llevamos dos o tres días con un calor propio del verano más rabioso,
incluso verano de más al sur, con calor de calma chicha y sofocante. Y yo no
voy dando tumbos debido a que todavía me duran los perniciosos efectos del
estrés electoral en forma de amodorramiento post-estrés, y sobre todo
amodorramiento debido a ligeras trasnochadas. Amodorramiento que me refrena
algo los vaivenes primaverales provocados en parte por las oscilaciones climáticas.
Y ayer estuve en el cine
viendo en el mismo ciclo de cine organizado por la Universidad de Burgos (en el
que vi la fabulosa "Dolls" hace tres semanas), la película taiwanesa
"Millenium mambo", de Hou Hsiao Hsien, y con Shu
ki (preciosa chinita). Me decepcionó en el sentido de que esperaba muchísimo de
ella, pues todas las películas chinas y japonesas que he visto me han
entusiasmado, y ésta me dejó frío en muchas ocasiones. Aún así no me pareció
mala, pero no me cuadró con lo que yo esperaba, y la sorpresa no cuajó en mí
manera de concebir el cine, especialmente de los cineastas de extremo oriente,
a quien suelo idolatrar.
Es una película bastante
rara, con algunos momentos de belleza exquisita, pero que en conjunto me dejó
estupefacto por lo indiferente. Nos cuenta la historia de una joven taiwanesa
que no para de dar tumbos por la vida, algo sórdida, que nos retrata. Tal vez,
por lo innovadora que era en muchos de sus postulados estéticos, la película no
acabó de convencerme del todo. Aunque otras con esas mismas cualidades de
innovación sorprendente (para mí) acaban entusiasmándome.
Y pasemos sin más a las
frases de sabiduría ajena:
- "El que duda de si mismo no puede
anular las dudas de los otros; solamente la persuasión puede generar
persuasión. Si no pretendes quitar toda la fuerza a una lección, debes al menos
creértela mientras la estés enseñando".
(Friedrich Rückert).
- "El placer de la mesa es para todas las
edades, condiciones, países, y para todos los días; puede asociarse a los demás
placeres, quedándose el último para poder consolarnos de la pérdida de los
otros". (Anselmo Brillant-Savarín).
- "Los buenos artistas lo entregan todo a
su arte y, por lo tanto, no tienen ellos mismos nada de interesante". (Oscar Wilde).
- "La pereza camina tan lentamente que no
ha de esforzarse mucho la pobreza para alcanzarla". (Confucio).
- "El hombre ha de valer tanto que todas
las circunstancias han de serle indiferentes". (Emerson).
Besos y abrazos,
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