Jueves, 20 de marzo de 2003
¡Buenos días!
Aunque hoy estas
admiraciones sean lo más opuesto a la impasibilidad, pues me maravillo de lo
bonito de este mundo, y abomino de lo que está pasando en él. Radiantísimo día
soleado, ¡ya sí inicio de la primavera!, pues aunque astronómicamente no llega
hasta mañana, al menos en la vera del Arlanzón ya empieza a manifestar sus
primeros alborozos, pues los más intrépidos árboles ya han mostrado sus
primeras flores y brotes verdes.
Ayer estuve en el cine
viendo una buenísima película, "El americano impasible"
("The quiet american"), de Phillip Noyce, y con Michael Caine,
Brendan Fraser y una preciosísima actriz oriental de laberíntico nombre. Es una
adaptación cinematográfica, la segunda, creo, tras la de Joseph L. Mankievicz
de los años 50, de la novela homónima de Graham Greene, que nos describe la
situación de Indochina (el futuro Vietnam, Camboya, Laos, ...) justo antes del
abandono colonial francés y de la llegada de los gringos.
Es una película de hace dos
años, con toques de antiamericanismo, y que por esto fue postergado su estreno
a raíz de los hechos del 11-09-01 (¿quien dijo que con esta democracia la
censura no existe? ... aunque sea solo censura dilatoria ... o quien sabe si
más ...). A pesar de que los hechos mostrados son de la década de 1950, podrían
aplicarse a hoy mismo, y dejan entrever el porqué de muchas cosas, entre ellas
del antiamericanismo.
Graham Greene fue también
corresponsal de guerra, como el protagonista, Michael Caine, pues el otro es el
americano impasible, y en la historia de la película se nos describe el entorno
social y una historia de amor, un "menage a trois", que es una
especie de sublimación de la realidad sociopolítica que se describe, y creo
extensible a casi cualquier otra de la actualidad y de antaño. En definitiva,
muy buena película, y supongo que novela, que no he leído, por la gran cantidad
de matices y sugerencias que destila con suavidad y sabiduría oriental.
Y como frases de sabiduría
ajena, comienzo con una oriental, que ya he citado otras veces, pero como
proverbio chino, aunque ahora cito el autor, que por fin he encontrado:
- "La mitad de la belleza depende del
paisaje, la otra mitad de quien lo mira".
(Lin Yutang).
Y que yo parafrasearía, para
adaptarla a nuestra situación sociopolítica de hoy día, y de casi cualquier
época histórica, del siguiente modo:
"La mitad de la verdad
depende de si misma, y la otra mitad de quien nos la cuenta o de quien la escuchamos".
(Donato Ibáñez).
Aunque los pesos mitad por
mitad que he repartido para parafrasear, yo los cargaría hacia contar y
escuchar, mucho más que hacia la objetividad. Somos así.
Y más frases de sabiduría
ajena, en cierta relación con el tema:
- "Cualquier ayuda que podamos prestar a
otro en este mundo es una deuda contraída con él". (Ruskin).
- "La verdadera medida de la igualdad
está en el espíritu; los que piensan noblemente son nobles". (Bickerstaff).
- "Las espadas conquistan a unos pocos,
pero las palabras sojuzgan a todos los hombres". (Prior Matt).
- "No admito que la verdad esté de parte
de quien grita más, y me avergüenzo de una institución que necesita de la
fuerza para vivir". (Rabindranath
Tagore).
Yo tampoco lo admito y también
me avergüenzo. Otra racioncita de sabiduría oriental para terminar.
Besos y abrazos, nada
impasibles,
_____
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