Lunes, 2 de abril de 2001
¡Buenos días!
Espectacular día de
primavera a la vera del Arlanzón. Aunque va refrescando paulatinamente, se
agradece, pues todo este fin de semana casi ha hecho días preveraniegos. Además
en mi sauna-despacho hace un sofocante calor, a pesar de la ventana abierta,
pero Lorenzo se filtra tras los amplísimos ventanales haciendo el efecto
invernadero, pero sin contaminación con CO2 y similares.
Estoy empezando a sentir los
primeros aplatanamientos primaverales. Espero que este clima norteño-mesetario
vuelva por sus fueros y nos deje en un suave invierno en medio de la primavera,
clima al que ya estoy acostumbrado y que es en el que mejor me desenvuelvo.
Este perruno aplatanamiento
casi me hace no escribir hoy este matutino, pero el visionado de la perruna
peli que vi en el cine ayer me lo impidió, y aunque algo tarde (casi vespertino), ahí va eso.
Este fin de semana he visto
dos pelis, bastante similares en ciertos aspectos, una española y otra
mejicana, una muy buena y otra excelente, una en la tele y otra en el cine, una
el viernes y otra el domingo, respectivamente.
La española muy buena que vi
en la tele el viernes fue "Morir (o no)" de
Ventura Pons. Cuenta siete historias en las que muere un personaje en cada una
de ellas, rodadas en blanco y negro (esto en la primera hora), pero en la última
media hora las retoma en sentido inverso (primero la séptima, luego la sexta,
...), rodadas en color, y en las que el que moría ya no muere por algo nuevo
que sucede, y se van encadenando las conexiones entre personajes (inconexos al
principio, en blanco y negro), lo que hace que el resto no mueran. Reflexión
sobre lo azaroso de la muerte y nuestras interrelaciones. En cada historia se
toca un tema diferente sobre las relaciones personales.
La mejicana excelente que vi
en el cine el domingo fue "Amores perros" de
Alejandro González Iñárritu: ¡PELICULÓN! Candidata al Óscar extranjero, aunque
no lo ganó, como ya sabéis, por otra exquisita peli, "Tigre y
Dragón".
Va de perros, y de amores
desgarrados (muy perros), estructurados en tres historias de amor, engarzadas
por un trágico accidente de automóvil. Cada pareja tiene perro(s), cuyo tipo
denota el tipo de amor entre los personajes. Especialmente emotivo (cosquilleo
emocional e intelectual) el que hay entre el último personaje masculino y el
perro de la primera pareja, al que adopta y le cambia la vida, porque como dice
este último personaje, los dueños acaban teniendo el carácter de sus perros (y
viceversa, diría yo). ¡ID A VERLA!
Y para las citas ajenas de
hoy tenemos:
- "El arte de dirigir consiste en saber
cuando hay que abandonar la batuta para no molestar a la orquesta" (Herbert von Karajan).
- "La política es el arte de mentir a
propósito" (Voltaire).
- "Los consejos fáciles de poner en
práctica, son los más útiles"
(Vauvenargues).
- "Las personas no son ridículas sino
cuando quieren parecer o ser lo que no son" (G. Leopardi).
Disfrutad de esta primavera
que ya nos tiene cogidos, que no jodidos (pues en partes de Sudamérica, como en
Méjico, coger significa joder); pues eso, que nos tiene agarrados con fuerza y
no creo que nos suelte hasta que ella quiera. Así es mi amada y florida
PrimaVera ... ¡guau! (esto si que es un amor perro).
Besos y abrazos,
Don.
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