Lunes, 19 de marzo de 2001
¡Buenos días!
Hemos empezado la mañana con
un muy gris nublado, que no presagiaba sino lo que ha terminado ocurriendo: un
gratificante orbaio que ha degenerado en una insidiosa llovizna, que ha ido
arreciando, pero sin ser lluvia, lluvia, aunque con el consabido y desazonante
ventarrón burgalés. El caso es que estoy acorazado, al menos hoy, para
enfrentarme a estos ventarrones burgaleses, eso sí, no demasiado fríos ni
traspasadores de tuétanos.
Tal vez mi coraza virtual
ante el desazonante vientecillo esté provocada por el chocolate, el que comí y
el que disfruté ayer viendo la película "Chocolat"
de Lasse Hallstrom y con Juliette Binoche, Jonny Depp y Carrie-Ann Moss (la
chica de "Matrix", pero bastante irreconocible), entre otros.
Nominada a varios Oscars, es agradable de ver y bastante buena, aunque para mi
gusto le sobraría un poquito de azúcar. Ya sabéis algun@s de vosotr@s que prefiero
el chocolate más bien amargo, el de comer y el cinematográfico, aunque no
desecho el dulzón, si no lo es excesivamente.
Una pena, pues esa película,
aún gustándome bastante, con menos azúcar y una distinta combinación de
ingredientes, realzando un poco más por aquí y minorando un poco más por allá,
hubiera sido una de esas deliciosas pelis para guardar en el recuerdo y en la
vídeoteca, pues el tema prometía mucho.
Es un intento de
acercamiento al realismo fantástico sudamericano, pero que obviamente no llega
a la maestría con que lo tratan sus creadores. La peli me recuerda en algunas
escenas, en las de exaltación de la sensualidad de la comida, como paradigma de
nuestro comportamiento vital en general, a "Como agua para chocolate"
de Alfonso Arau, peli mejicana que tanto me gustó que me hizo comprarme la
novela original, de Laura Esquivel, y que me entusiasmó.
De todas formas
"Chocolat" es una bonita fábula de exaltación del saber vivir, del
disfrute sensual, y de la aceptación de lo distinto. A modo de minidocumental
erudito, os diré que en lengua azteca (o maya, que no estoy seguro) la palabra
chocolate significa "alimento de los dioses", significado que se
trasladó al nombre científico de la planta del cacao, que se llama
"theobroma cacao", donde si sabéis griego clásico, theobroma
significa lo mismo (broma no es una broma, sino que significa alimento).
Y para terminar el largo
matutino de hoy, dos frases, cuyo autor desconozco, y que tienen algo que ver
con lo que sucede en la peli:
- "La cortesía es el más exquisito
perfume de la vida, y tiene tal nobleza y generosidad que todos la podemos dar.
La cortesía nada cuesta y lo compra todo".
- "Lo más insufrible para el hombre
razonable es lo que carece de razón. La fuerza bruta aún puede tolerarse, pero
la razón bruta en modo alguno".
Respecto de la última,
matizaría que ni siquiera la fuerza bruta es tolerable.
Besos y abrazos,
Don.
_____
No hay comentarios:
Publicar un comentario