Viernes, 20 de septiembre de
2002
¡Buenos días!
Otra negra mañanita, no en
el sentido de que esté siendo mala por nada, sino que las nubes son grises,
grises, casi negras, ahora algo menos, aunque sueltan unos chaparronazos de
cuando en cuando. Antes de ayer, cuando recogí mi coche del taller, si que se
puso negro el cielo, como una boca de lobo, y cayó una pequeña y breve tromba
de agua que hacía a las calles parecer ríos, con su ribera de farolas
plantadas, pero sin hojas verdes.
Y como llovía tanto, utilicé
el coche para ir al cine de un centro comercial con su parking y todo bien
cubierto de las inclemencias meteorológicas. Y como en este tipo de cines
suelen echar pelis de consumo masivo, pues me fui a ver "Men in
black II" de Barry Sonnenfeld y con Will Smith y Tommie Lee
Jones. Además, justo el día anterior habían echado por la TV vasca "Men
in black". Me gustaron ambas, y pasé ratos entretenidos con
alguna risotada que otra. Fueron de esas pelis ultracomerciales que se dejan
ver agradablemente. Me gustó especialmente el final de ambas, donde se postula
que cualquier universo puede ser infinitamente grande o infinitesimalmente
pequeño, todo depende del punto de vista. Y que cualquier cosa, grande o
pequeña, es un universo en si misma.
Y ensimismados pasemos a las
frases ajenas que, para hoy, son unas leyes de Murphy, y un par de refranes:
- "Te darás cuenta de que un alimento
estaba caducado cuando haga dos horas que los hayas tragado".
- "La estupidez de una acción es
directamente proporcional al número de personas que te estén observando".
- "La duración de un minuto depende del
lado de la puerta del cuarto de baño en el que te encuentres".
- "La informática no es fiable, pero el
ser humano lo es menos aún".
- "Haragán y gorrón, parecen dos cosas y
una son" (refrán).
- "Más vale tener un ingenio que mucho
ingenio" (refrán).
Besos y abrazos,
Don.
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