Jueves, 26 de septiembre de
2002
¡Buenos días!
Aunque veo difícil que se
corrompa nada, dado el frío que hace, que todo lo conserva y mantiene en
adecuadas condiciones, pues continuamos teniendo temperaturas invernales, con
un agradable solecito a partir de media mañana, y hoy sin tanto viento helador,
gracias al cual el ambiente está claro y diáfano, haciendo que la luz nos
deleite las pupilas con tonos y colores más profundos e intensos, que nos
insuflan unas enormes ganas de disfrutar de la vida, cual si estuviéramos en
una gélida primavera, pues todavía los ocres otoñales no han hecho acto de
presencia.
Ayer fui al cine a ver
"La caja 507" de Enrique Urbizu, y con Antonio
Resines y José Coronado, una buena película española de cine negro (género poco
frecuente en nuestro cine), con una muy buena tensión argumental que te
mantiene interesado durante toda toda la película. Nos habla de corrupciones en
la costa sur española, inmobiliarias y de otros tipos, en la que los malos no
son tan malos y los en principio buenos no lo son tanto. No es nada maniquea y
lo que comienza blanco y negro acaba siendo gris conforme profundizas. La vida
misma.
Y las sabias frases ajenas
para hoy, comenzando por una repetida de hace pocos días, son:
- "Al hombre justo y perseverante en sus
propósitos, ni el furor de los ciudadanos poderosos ni el rostro fiero de un
tirano amenazador lograrán hacer que altere su firme pensamiento" (Horacio).
Frase que resume muy bien la
película. Y las siguientes algo también.
- "El dinero es como el estiércol: no es
bueno a no ser que se esparza"
(Bacon).
- "El silencio o la pausa son necesarios
para quien ha ofendido pueda retroceder y congraciarse sin retirar el insulto
ni pedir perdón. Cuando hay mutuo abuso lo dicho acaba por diluirse solo, como
las disputas entre hermanos cuando aún son pequeños" (Javier Marías).
Besos y abrazos,
Don.
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