Deseos matutinos

Miércoles, 30 de octubre de 2002

¡Buenos días!

Deseo que continúe este delicioso clima, aunque hoy esté nublado y haya descendido levemente la temperatura; deseo que las maravillosas vistas y paisajes otoñales no se acaben; deseo ..... tengo tantos deseos, sean matutinos o vespertinos, e incluso nocturninos, aunque esos más bien son sueños, pero eso fue tema del anterior matutino.

Y ayer estuve en el cine viendo "Deseo", de Gerardo Vera, y con Leonor Watling (está para comérsela) y Leonardo Sbaraglia, entre otros. Historia de amor "fou", pasional, arrebatado y arrebatador, imposible (si es que eso es posible), que se desarrolla durante la durísima posguerra española, tan dura como cualquier posguerra (los locos líderes mundiales, algunos, ¿serán hoy conscientes de esto?).

Para resumir la película voy a utilizar una cita con la que empieza la película, sobre fondo negro, negrísimo como una boca de lobo. Cita de la que no recuerdo el autor y que no escribiré literal pues tampoco me acuerdo muy bien (¡increíble en mí!, el citador matutino por excelencia), pero la esencia de la frase si que queda recogida:

 - "Cuando se tiene verdadera sed no suele repararse en los venenos"

Sed de deseo en el caso de la película. Y para borrar estos olvidos citadores, paso, sin más, a nuestras consabidas y sabias citas ajenas para hoy:

 - "La medida del amor es el amor sin medida"  (San Agustín).

 - "Carece de dignidad quien no se atreve a alabar a un enemigo"  (Dryden).

 - "Si es cierto que en cada amigo hay un enemigo potencial, ¿por qué no puede ser que cada enemigo oculte un amigo que espera su hora?"  (Giovanni Papini).

 - "¿Queréis zafaros de ciertos importunos que se os llaman amigos? Pedidles un servicio que no halague su vanidad"  (Tommaseo).

Besos y abrazos,

Don.

P.D.: Y como colofón, deseo que estos próximos 12 días los paséis muy bien, que yo seguro que lo haré pues me voy a las "Islas Afortunadas" a la boda de un hermano, y a ver si me entra una pájara, no de las de los ciclistas cuando suben montañas, como el Teide, sino de las de plumas, es decir, unas canarias, pero no, mejor, sin plumas, de las que viven en las Islas Canarias y llevan faldas y demás parafernalia textil. Vamos, que disfrutaré de las paradisíacas Canarias (las islas) ... y de las paradisíacas canarias ... (las nativas) ... ;-) ... ¿irán en tanga-monokini y con lanza para cazar "godos"? ... je, je, je, ...

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