20140805

Matutino de lejanos tambores mutantes

Martes, 24 de julio de 2001

¡Buenos días!

Precioso día de primavera burgalesa, con sus flores y todo, en pleno mes de julio, con fresco mañanero (14ºC) y una muy agradable temperatura (unos veintipocos) cuando el sol se anima a asomarse tras las tupidas cortinas nubosas. Esto parece un trozo de Escandinavia, por ejemplo, en plena Europa meridional, pues salvo escasos días, aquí no sobra nunca una chaqueta, y no solo al anochecer, cuando muchas veces hace falta casi un plumas (y sin casi).

Lo de los tambores lejanos no es porque me esté volviendo tarumba, oyendo imaginarios tam-tam; es que el pasado jueves 19, lejano día aquel, estuve en el aula magna de la facultad de derecho, en la actuación de un grupo musical argentino, "Tamboro mutanta", que como su nombre indica toca todo tipo de percusiones (toda clase de tambores, básicamente). Está compuesto por siete chicas, que si cierras los ojos, dado el tipo de música que hacen, se convierten en indígenas africanos. El nombre del grupo parece indicar que son tambores transgénicos, pero no, no es que muten los tambores, sino las chicas son las que cambian de tipo de tambor a cada tema.

Como ya os dije hace pocos matutinos, no sé que tiene la música de tambores que me hace sentir muy bien tras una buena actuación. Parece como si el profundo y grave sonido tamborilero me masajeara el cuerpo (real y literalmente lo hace) y la mente, dejándome como un tierno y moldeable trozo de masa panadera, ..... o de cualquier otro material de parecidas propiedades que os imaginéis, y que os parezca más sugerente).

Y las frases ajenas para hoy son:

 - "Mi intención es poder demostrar que la máquina celestial no es como un ser divino, sino más bien como un reloj"  (John Kepler).

 - "No buscamos la sociedad por amor a ella misma, sino por los honores o beneficios que puede reportarnos"  (Thomas Hobbes).

 - "La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come"  (Quevedo).

 - "Aseguro que si todos los hombres supiesen lo que hablan los unos de los otros, no habría más de cuatro amigos en el mundo; lo confirman las querellas que surgen cuando a veces se hace un relato indiscreto"  (Blaise Pascal).

Besos y abrazos,

Don.
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