Miércoles, 5 de diciembre de
2001
¡Buenos días!
No me puedo creer que tras
el lluviosísimo otoño del año pasado, tengamos este año uno tan radiante,
aunque tan frío, al menos por estas tierras burgalesas. Puro maniqueísmo
climático.
Sin embargo, la transición
está siendo suave, con un paulatino enfriamiento del clima y una
correspondiente aclimatación de mi cuerpo, poco a poco (nada maniquea
transición), lo que no me hace sentir apenas frío, a pesar de mis manos
cuarteadas y mi rostro fresquete (no es que sea un caradura, metáfora que a
veces me gustaría representar pero no puedo, sino que es expresión literal), y
a pesar de que hoy he visto la escarchada más gorda de esta temporada.
Pues la peli que vi este
pasado fin de semana ha sido "Sin noticias de Dios"
de Agustín Díaz Yanes, el de "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos
muerto", y con Victoria Abril y Penélope Cruz, representando el bien y el
mal, respectivamente.
En la peli se postula, por
puro raciocinio lógico, la inexistencia de Dios, pues no hay más que
incongruencias que llevan, por reducción al absurdo, a esa conclusión. Además,
cielo e infierno no existen, bueno, sí, en la tierra y en nuestra vida cotidiana,
a la par que en cada uno de nosotros, como en los dos angelotes femeninos de la
peli. Nada es blanco ni negro, todo son tonos de gris.
Bueno, para no ser tan
pesimistas, entre el blanco y el negro está toda la variadísima paleta de
colores, pues el negro son todos los colores juntos y el blanco la ausencia
total de ellos (¡qué paradoja colorista!): ¿por qué ser maniqueo pudiendo
disfrutar de toda la variedad de en medio?.
Pues eso, descreimiento total y antimaniqueísmo el que me corroe, en
sintonía con los postulados de la peli, muy buena y de muy recomendable
visionado, con algunos golpes realmente divertidos.
Y las frases ajenas del día
son:
- "El último paso de la razón consiste en
reconocer que existe una infinidad de cosas que la superan" (Pascal).
- "Ni mueras en mortandad, ni juegues en
Navidad" (refrán).
- "Así como el hierro se enmohece cuando
no se le hace trabajar, y el agua se corrompe y con el frío se hiela, de igual
manera el talento se echa a perder sin el ejercicio" (Leonardo da Vinci).
- "Los soberanos deben perdonar las
faltas y no olvidarlas jamás"
(Napoleón).
- "Las palabras son los embriones de las
ideas. Según que palabra usemos, así formaremos nuestro pensamiento. Por eso
los vocablos que se emplean en la política, la publicidad, la literatura, el
amor, constituyen un elemento de poder, porque moldean la mente de quienes los
reciben" (Alex Grijelmo).
Besos y abrazos,
Don.
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