Miércoles, 26 de septiembre
de 2001
¡Buenos días!
Tras otra racha de días sin
asistir a esta maravillosa cita matutino-vespertina, al menos por lo que mí
respecta, debido a los magnos líos censales, de los cuales, DE MOMENTO, vamos
saliendo en Burgos (creo que en otras provincias están todavía en el
problemático hall).
Magno y magnífico día
"primaveranotoñal" tenemos hoy a la vera del Arlanzón, de esos que
enervan los más anodinos humores que podáis tener, y os ponen prestos a
disfrutar, a poco que la vida nos ofrezca sus contados, que no escasos bienes.
Hoy, por ejemplo, me he quedado un momentito, a la salida del cafetín mañanero,
extasiado ante unas jardineras (unas chicas, no macetas) que estaban plantando
en los parterres de una calle unas preciosas flores. ¡Pero qué bonitas son las
flores, las vegetales y las féminas! Lástima que no fueran magnolias, que
despiden uno de los aromas más fragantes que conozco, aunque las féminas si que
continúan emanando sus sugerentes perfumes.
Y magnos líos (juego de
palabras), pues ayer estuve viendo en vídeo la película "Magnolia".
Como es tan larga, algo más de tres horas, la vi troceada en tres capítulos,
entre ayer y antes de ayer. Quise haberla visto en el cine en su día, pero se
me escapó de la fugaz cartelera burgalesa.
Magnífica película, que en
algunas cosas me recordó a dos películas de Lawrence Kasdan, "Grand
Canyon" y "Mumford", también soberbias, excelentes y exquisitas.
¿Recordáis la apasionada laudatoria que hice de "Mumford" hace casi
dos años en otro de estos matutinos? Pues también os recomiendo encarecidamente
que veáis "Magnolia" ... y las otras dos. Cogedlas en vídeo.
Bueno, pues como siempre
últimamente, para acabar ahí os lanzo otra andanada de frases ajenas:
- "Cuando nos encontramos en peligro no
nos damos cuenta, porque somos poco reflexivos; gracias a esto no perdemos la
calma y salimos bien de todo"
(André Maurois).
- "La vida enseña que no se es feliz sino
al precio de alguna ignorancia"
(Anatole France).
- "A pesar de que no se le da mucha
importancia, la melancolía habría que tratarla como una enfermedad lo antes
posible para que no se convierta en una tristeza que perturbe la mente del
melancólico" (Florence
Nightingale).
Pues tomo nota de cara al
inminente otoño climático, que se nos echará encima a poco que nos despistemos,
puesto que el pasado otoño ya estuve muy melancólico en mis matutinos (aunque
nada enfermizo, creo, solo fue pura retórica literaria ... o no solo pura
retórica ... ???).
- "Hombres y mujeres, mil pesares, mil
placeres" (refrán).
Sabio refrán, diría yo.
Besos y abrazos,
Don.
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