20120910

Orientación matutina

Martes, 11 de diciembre de 2007

¡Buenos días!

En estos matutinos mi natural orientación es la ribera, sus aledaños y sus circunstancias. Hoy tenemos un espléndido día de ya casi caduco otoño, con un sol radiante, temperaturas agradables (para lo que se estila por estos lares y fechas) de entre 5 y 10ºC, apenas ya unos flecos de áureas hojas sobre las copas, dorada alfombra de hojas caídas ... y sensación de primavera ... porque alguna de mis hadas y ninfas ribereñas, en lugar de esconderse con el anuncio del frío e hibernar hasta el siguiente equinoccio, se me encarnan y cruzan a mi paso. En concreto, y entre otras más, dos hadas madrinas que revoloteaban anoche a la luz de mi más habitual cinematógrafo (¡gracias, otra vez, Lucía y Alicia!).

Pues ayer por la tarde estuve en el cine viendo "La brújula dorada" ("The golden compass"), de Chris Weitz, y con Dakota Blue Richards (¡qué preciosidad y qué delicia de niña!), Nicole Kidman y Daniel Craig; basada en una novela de Phillip Pullman, todo un bestseller, titulada "His dark materials" ("La materia oscura"), una trilogía de tres libros con sus correspondientes subtítulos (el film se basa en el primero); y que por ese final abierto con el que terminó tiene pinta de ser el inicio de una saga. No esperaba gran cosa y tan solo fui por ver una de aventuras fantásticas y a Nicole Kidman (¿cómo podía ser posible que una tía tan buena hiciera de mala?), que de tan artificiosamente bella que estaba casi no me gustó y se tambaleó algo mi amor platónico por ella.

Sin embargo, tuvo un arranque espectacular, por lo que a mi respecta, porque nos habla de universos paralelos (que existen pero que no vemos, como la materia oscura cósmica que estudian los astrónomos), de dogmatismos abominables (todos lo son) impuestos de cualquier modo y con el fin de promover el deleznable pensamiento único, de cierta manera de educar castradora (los que tengáis cierta edad, como yo, no tenéis más que recordar vuestra infancia en el anterior régimen, muy especialmente si estudiasteis en un colegio religioso), de considerar peligroso el descubrimiento y cualquier pensamiento supuestamente herético, la relatividad de la verdad y la realidad, y de varios otros similares temas más. Pero rápidamente esos postulados (que parece ser tienen más importancia en las novelas) fueron barridos en favor de las aventuras y la épica ... otro deplorable enfoque vital la inmensa mayoría de las veces (por no decir siempre). Aún a pesar de eso y hasta cerca del falso final (incio de la saga, parece que trilogía), en el que la épica ya me pareció inaguantable (al estilo de "El señor de los anillos", por ejemplo), con alguna fugaz aparición de las estupendas cuestiones iniciales por entre el metraje, y con otros momentos en que me chirriaron las neuronas, fue una entretenida película de fantásticas aventuras, sin más.

Nos cuenta la historia de una niña, resuelta y aventurera, especie de elegida por esotéricas profecías, que vive en una Tierra paralela en la que el alma de casi todos los seres está disociada de su cuerpo, encarnada en un animal que va siempre junto a su persona, unido por invisibles cordones umbilicales, especie de "Pepito Grillo", especie de conciencia personal. Esta niña es la única que puede entender el significado de la única brújula dorada que queda, que trata de ser censurada y requisada, como las otras desaparecidas, por los dogmáticos inquisidores talibanes, a la par que éstos tratan de censurar también el conocimiento del "polvo cósmico" (representado como una especie de aurora boreal y que es la unión entre los diversos universos paralelos) al común de los mortales, especialmente niños transitando por la adolescencia (esto del polvo es una evidentísima y divertida referencia alegórica al sexo) ... y dejo de explicar la enrevesada trama. En definitiva, que de haber continuado por las sendas del inicio del film, hubiera sido una excepcional película, pero se quedó en una mera y entretenida película de fantasía y aventuras, repleta de efectos especiales, sin mayores consideraciones.

Ahora, unas orientaciones de sabiduría ajena que tal vez nos sirvan de brújula que nos guíe por nuestro devenir vital:

 - "Hereje no es el que arde en la hoguera. Hereje es el que la enciende".  (William Shakespeare).

 - "Cree a aquellos que buscan la verdad; duda de los que ya la han encontrado".  (André Gidé).

 - "El furor de la intolerancia es el más loco y peligroso de los vicios, porque se disfraza con la apariencia de la virtud".  (Robert Southey).

 - "En nosotros todo lo excusamos; en los prójimos, nada; queremos vender caro y comprar barato".  (San Francisco de Sales).

 - "La tolerancia significa enterarse cada cual de que tiene frente a sí a alguien que es un hermano suyo, quien, con el mismo derecho que él, opina lo contrario, concibe de contraria manera la felicidad pública".  (Antonio Maura).

 - "Reflexionando acerca de la formalidad con que muchos dicen entender lo ininteligible y otros aseguran ver turbio lo más evidente, me he persuadido de que los hombres no sentimos del mismo modo las palabras".  (Santiago Ramón y Cajal).

 - "Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista. Enseguida vinieron por los judios y no dije nada porque yo no era judio. Después vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista. Luego vinieron por los católicos, y no dije nada porque yo era protestante. Luego vinieron por mí, pero ya era tarde, pues ya no quedaba nadie que dijera nada".  (Martin Niemöller).

Besos y abrazos,

Don.
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