20120907

De risoterapia y otras delicias matutinas

Miércoles, 2 de enero de 2008

¡Buenos días!

Tras varios días de ausencia por vagancia vacacional navideña, en la entrada de este nuevo año, con nuevos bríos, como debe ser, vuelvo a esta gratificante tarea de de aporrear el teclado con cierto sentido gramatical. Como contraste con la llorosa climatología con que me ha recibido la ribera del Arlanzón, sin demasiadas frialdades, ando yo por mis adentros muy risueño, como terapia invernal contra el adormecimiento hibernante que pudiera sorprenderme a la vuelta de cualquier recodo. Y con este simpático prisma ando yo deleitándome con lo que me ofrecen la ribera y sus hadas y ninfas, siempre sonrientes, retroalimentando mis alegrías.

Ayer por la tarde no vi nada en el cine. Sin embargo, la misma tarde del último matutino editado, la del 19 de diciembre, estuve en Madrid en el teatro viendo un espléndido espectáculo del grupo Tricicle, "Garrick", una genial sesión de risoterapia que os recomiendo a todos a la menor oportunidad que tengáis de ir a verlos. Como siempre, con sus mímicas, y esta vez con algo de palabra intercalada, casi me parten la caja (la torácica, se entiende) de risa, a base de sacarle punta a situaciones de lo más cotidiano.

Además, estas vacaciones vi, entre otras, dos muy buenas y divertidas películas en la televisión, una que no y otra que sí había visto anteriormente. La primera, del año 2000, y que vi por primera vez, fue la alemana "Deliciosa Martha" ("Mostly Martha"), de Sandra Nettelbeck, y con Martina Geddeck y Sergio Castellitto. Nos cuenta la historia de una introvertida, egoísta y prestigiosa chef de cocina que vuelca toda su vida en su trabajo como modo de rehuir cualquier clase de compromiso personal. Sin embargo todo cambia cuando fallece en accidente su hermana y tiene que hacerse cargo de su sobrina de 8 años, a la vez que se contrata un nuevo y extravagante cocinero italiano en el restaurante; con lo que todo su mundo se desmorona ... y descubre otro nuevo, dándose cuenta de todo lo que se ha perdido hasta entonces.

La otra, del año 1985, y que vi por entonces, fue "El club de los cinco" ("The breakfast club"), de John Hughes. Cinco estudiantes de instituto gringo, que no se conocen entre ellos, el deportista, el cerebrito, el criminal, la princesa y la chiflada, cinco paradigmas de comportamiento, están castigados un sábado por la mañana con un tutor. Sin nada que decirse al principio, van abriendo sus almas, y acaban siendo buenos amigos. Un alegato contra los prejuicios.

Bueno, y ahora espero que os deleiten las cinco citas de sabiduría ajena que os propongo:

 - "Las arrugas deberían de ser simplemente la huella de las sonrisas".  (Mark Twain).

 - "El mundo es como un espejo: si le muestras mala cara, te pondrá mala cara; sonríe, y te sonreirá".  (Herbert Samuels).

 - "Sonríanse unos a otros. Sonrían a su esposa, a su marido, a sus hijos, a quien sea. Sonreir nos ayuda a crecer en amor por los demás".  (Teresa de Calcuta).

 - "Los hombres que aparentan tener un carácter frío, pero que en realidad son unos tímidos, adoran desde el mismo momento en que se atreven a amar".  (Alphonse de Lamartine).

 - "No hay nada menos objetivo que un ser humano guiado por sus prejuicios".  (José Luis Martín Descalzo).

Besos y abrazos,

Don.
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