20120911

Matutino niñero

Viernes, 7 de diciembre de 2007

¡Buenos días!

Como casi cada día, estos ribereños matutinos cuidan del niño que soy yo, mientras que yo velo por las niñas de mis ojos que son la ribera y su flora y fauna de hadas y ninfas ... quid pro quo (lo uno por lo otro) ... hoy por ti, mañana por mí. Y esta climatología niñera hasta se preocupa de arroparme con una cálida manta gris de nubes, que no sé si me terminará por contagiar sus pucheros y tenga que coger un paraguas para protegerme, no sé, ya veremos.

Antes de ayer por la tarde estuve en el cine viendo "Diario de una niñera" ("The nanny diaries"), de Shari Springer Berman y Robert Pulcini, y con Scarlett Johansson, Laura Linney, Paul Giamatti y Chris Evans. En un principio había desechado esa película, tras ver varias veces antes de otras películas su trailer promocional, por parecerme una blandorra comedia romántica, pero tras averiguar quienes eran sus directores, me decidí por verla. Su anterior y primer largometraje fue la estupenda, cáustica e irónica "American splendor". Al final fue eso, una oscilación, un buen equilibrio entre ambos extremos, con unos excesos de azúcar tolerables para diabéticos cinéfilos como yo, gracias a la insulina proporcionada por los momentos de visión marciano-antropológica de bastantes situaciones. En definitiva, buena película.

Como reza su cartel, es una comedia sobre la alta sociedad vista desde abajo. Es una visión etológico-antropológica, con cierta efervescente acidez, sobre las familias pijas de Nueva York, a través del punto de vista de una recién licenciada en economía y antropología en busca de empleo que, por una equivocación (Annie, su nombre, por nanny), acaba de niñera. Tiene puntuales homenajes a Mary Poppins. Y en ella se postula, sin nombrarlo, el principio de incertidumbre, es que dice, más o menos, que "un observador, tan sólo por el mero hecho de observar una realidad, ya está modificándola", que no es otra cosa que la cruz de todo antropólogo, etólogo, o cualquier otra clase de científico positivista, quien termina por contaminar su objeto de estudio con tan sólo su presencia.

Ahora, a modo de solícita niñera, ahí van unas pocas citas de sabiduría ajena que tal vez os curen de alguna que otra dolencia con tan sólo su mera lectura:

 - "Si quieres conocerte, observa la conducta de los demás; si quieres conocer a los demás, mira en tu propio corazón".  (Friedrich von Schiller).

 - "Toda otra ciencia es nociva para quien no tiene la ciencia de la bondad".  (Montaigne).

 - "Nada vale la ciencia si no se convierte en conciencia".  (Carlo Dossi).

 - "Llegas a ser responsable para siempre de aquellos que has domesticado".  (Antoine de Saint Exupéry).

 - "Los niños comienzan por amar a sus padres. Cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta los perdonan".  (Óscar Wilde).

 - "La madre es nuestra providencia sobre la tierra en los primeros años de vida, nuestro apoyo más firme en los años siguientes de la niñez, nuestra amiga más tierna y más leal en los años borrascosos de la juventud".  (Severo Catalina).

Besos y abrazos,

Don.
_____

No hay comentarios:

Publicar un comentario