Miércoles, 22 de octubre de
2003
¡Buenos días!
Yo aquí, con mis climas
exteriores e interiores como principio de todo matutino que se precie ... hoy,
fresco y bueno ... según lo que se estila por este helador Burgos. Y el caso es
que no uso tecnología punta, ¡bueno, sí!, si acaso la punta de un dedo que saco
por el ventanal a modo de barómetro-termómetro para medir el clima exterior, y
para el interior ... ??? ... ¡no penséis mal!, ... que no me introduzco el dedo
por ningún agujero inconfesable ... tan solo me dejo ir por el clima exterior,
adaptándome naturalmente a él, como dejándome llevar por la corriente, que
luchar contra ella es de necios la mayor parte de las veces.
Y ayer fui al cine a ver una
película del año 1936 que acaban de reestrenar restaurada, "Tiempos
modernos", de Charles Chaplin, y con él mismo y una Paulette
Goddard de salvaje belleza. Tiene formato de cine mudo, pero toques de sonoro,
y es una descarnada crítica sobre el absurdo de la despiadada competitividad de
los tiempos modernos, que no solo hoy en día padecemos, sino que viene de antiguo,
ya ocurría en la sociedad postindustrial occidental. Me reí a conciencia en
muchas escenas, donde unos gags de gran comicidad hicieron saltar mis
carcajadotas. Un clásico imprescindible.
Y empiezo con una frase ya
lanzada, pero que me viene que ni pintada:
- "La pobreza es un gran enemigo de la
felicidad humana. Destruye la libertad y hace impracticables algunas virtudes y
sumamente difíciles otras". (Samuel
Johnson).
- "No existe una prueba mejor del
progreso de una civilización que la del progreso de la cooperación". (Stuart Mill).
- "Solo los buenos sentimientos pueden
unirnos; el interés jamás ha forjado uniones duraderas". (Auguste Compte).
Besos y abrazos,
Don.
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