20140204

Matutino caribeño

Martes, 9 de septiembre de 2003

¡Buenos días!

Amanecí esta mañana creyendo que estaba en un paradisíaco lugar (¿una playa caribeña?), pues el sol inundaba a raudales mi habitación mientras me acariciaba con suavidad y me despertaba poco a poco. Pero en cuanto salí a la calle se me deshizo el encanto, pues a pesar del gratificante solecito hacía bastante frío (12ºC) en esta recta final del verano burgalés.

Además, al poco de llegar a la oficina se nubló de nuevo y amenaza chaparrón, pero mirando a través de mi ventanal me imagino la ribera del Arlanzón cual si de una playa caribeña se tratara, con unas límpidas aguas corriendo vaguada abajo, ... aunque en lugar de dorada arena tengamos un fresco y verde césped, y álamos en lugar de palmeras. En fin, todo es cuestión de imaginación, esa cualidad tan humana que nos hace transformar la realidad a nuestro gusto, y pensar, como de hecho así lo es, que estamos en el paraíso ... ¿y qué es el paraíso? ... ??? ... depende, todo depende ... pues una playa caribeña puede ser un auténtico infierno si eres un náufrago.

De hecho, creo que el único paraíso está en nuestras mentes, pues las ideas son perfectas, ... no hay más que proyectarlas hacia afuera, y que la realidad, a modo de pantalla de cine, nos las refleje a modo de platónica caverna oscura. Os recuerdo ese proverbio chino que ya os he lanzado más de una vez: "La mitad de la belleza (o cualquier otra cualidad) está en el objeto admirado, la otra mitad está en los ojos de quien admira".

Y ya que hablamos de cine y "paraísos" caribeños, ayer estuve viendo en el cine una de esas películas que no suelo ir a ver, de gran público, pero que me apetece ir a ver de vez en cuando. Y me encontré justo lo que esperaba, una peli de aventuras (de piratas) sin mayores consideraciones, para pasar un rato entretenido. Fue, obviamente, "Piratas del Caribe" de Gore Verbinski, y con Johnny Deep, Orlando Bloom, Geoffrey Rush, y una guapísima actriz de quien no recuerdo su nombre. Y me entretuve. Destacaría la impresionante actuación de Johnny Deep, que lo borda.

Una observación final: como pasa en tantas otras películas, y que más del 95% del personal no advierte, pues se va del cine en cuanto empiezan los títulos de crédito del final, si aguantáis los cinco minutillos de créditos, al final de ellos hay una pildorita adicional.

Pues rematemos con unas perlitas de sabiduría ajena, a modo de tesoro de piratas, en cierta relación con el tema corsario:

 - "La ambición es a veces el estiércol de la gloria".  (Prieto Aretino).

 - "La compasión está por encima del poder real y tiene su trono dentro del corazón de los reyes, pues es un atributo del propio Dios; el poder terrenal se muestra muy semejante a Dios cuando la piedad suaviza la justicia".  (William Shakespeare).

 - "Un hombre libre es el que, teniendo fuerza y talento para hacer una cosa, no encuentra trabas a su voluntad".  (Hobbes).

Una muy adecuada definición de un pirata de "leyenda". Y para acabar, una muy sabia perla que tiene mucha relación con lo que os he contado sobre la imaginación:

 - "Con frecuencia el goce que un objeto nos procura no se encuentra en el objeto en sí mismo; la fantasía lo embellece ciñéndolo e irradiándolo de imágenes queridas; en el objeto, en suma, apreciamos lo que le ponemos de nosotros".  (Luigi Pirandello).

Besos y abrazos,

Don.
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