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Chapuzones matutinos de creatividad literaria

Miércoles, 29 de octubre de 2003

¡Buenos días!

No es que esté en una piscina, sea ésta real o metafórica, aunque estos días de chaparrones intensos van dejando piscinas por doquier, en aceras, pavimentos e incluso praderas del Arlanzón. Ayer mismo por la tarde, cuando iba al cine, llovía tan intensamente y el viento zarandeaba el agua de tal modo, que cuando llegué parecía recién salido de un chapuzón piscinero ... el paraguas fue inútil. Esta mañana, sin embargo, ha amanecido radiantemente soleada, aunque a medida que avanza el carro de fuego, las nubes grises van enseñoreándose del cielo ... aunque todavía me queda una luminosísima vista de la otoñalmente preciosa ribera del río.

Pues eso, ayer tarde, como si de una premonición se tratase (parece que el clima se empeña en asemejarse a las películas que voy a ver), fui al cine a ver "Swimming pool" (La piscina), de François Ozon, y con Charlotte Rampling y Ludivine Sagnier. Muy buena película que nos habla del proceso creativo (sea éste para escribir una novela o de cualquier otro tipo), y de como influyen la imaginación en la realidad, y viceversa. Estupenda banda sonora y toques de misterio al estilo de las novelas negras.

Y para hoy, unas frasecitas en relación con la creatividad artística:

 - "Se necesita casi tanta valentía en el escritor como en el guerrero; ni aquel debe pensar en los periodistas, ni éste en el hospital".  (Stendhal).

 - "Como no tengo nada que leer escribo. Es la misma clase de placer, pero con más intensidad".  (Stendhal).

 - "La fecundidad literaria es la depuración mejor del escritor. El mejor sistema de creación literaria es escribir sin parar".  (Ramón Gómez de la Serna).

A fe mía que es cierto, y que lo practico muchas mañanitas matutineras (estas dos últimas citas).

 - "Solo el médico y el dramaturgo gozan del raro privilegio de cobrar las desazones que nos dan".  (Santiago Ramón y Cajal).

 - "La vida es, fundamentalmente, ilusión, y la poesía no sería nada si no fuera ilusión. Tan apegados nos mantenemos a la ilusión que, muchas veces, leyendo un poema cualquiera, ponemos en él bastante más de lo que en ese poema existe".  (Azorín).

Besos y abrazos (ilusionantes),

Don.
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