Viernes, 5 de septiembre de
2003
¡Buenos días!
Se le alegra a uno el
carácter, haciéndolo más animoso, con el plácido clima que nos está entrando
desde esta mañana. Prácticamente casi sin nubes, sol radiante, atemperación
térmica ... la primavera que toma el relevo del otoño en esta recta final del
verano burgalés. Y el invierno, ¿dónde queda? ... ¡ya llegará!, pero aún queda
lejos.
Apetece retozar cual mozuelo
por entre los charcos que aún restan y relajarse después mirando las escasas
nubes sobre una alfombra de césped de la ribera del Arlanzón (esto último sería
mejor con una bucólica pastorcilla a mi vera).
Y como tenía estas
sensaciones de retozona infancia y juventud, me fui al cine ayer noche a ver una
película de animación, "Bienvenidos a Belleville"
("Les triplettes de Belleville"), de Sylvain Chomet, producción
franco-belga-canadiense.
No estuvo mal, pero me dejó
como inanimado y no me acabó de convencer. Era una película rara, pero no de mi
gusto. Sin embargo, a pesar de los pesares, tuvo algunos (pocos) buenos
momentos.
Frasecitas para hoy:
- "La gloria, no siendo más que un rumor,
es decir, aire agitado, flota como la atmósfera en torno al globo, y su
dirección cambia y sopla sin cesar, arrastrando consigo nombres y fama y
terminando finalmente por dispersarlos".
(Antoine Rivarol).
- "Jamás el asesinato será, a mis ojos,
un objeto de admiración o un argumento de libertad. No conozco nada más servil,
más despreciable, más cobarde, más obtuso que un terrorista". (François René de Chateaubriand).
- "La libertad solo puede fijar su
residencia en aquellos Estados en los que el pueblo tiene el poder
supremo". (Marco Tulio Cicerón).
- "El ministro debe morir más rico de
buena fama y de benevolencia que de bienes". (Maquiavelo).
Un pensamiento maquiavélico
nada maquiavélico.
Besos y abrazos,
Don.
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